viernes, 23 de marzo de 2007

Trastornos de la personalidad

Tipos de personalidad.

Los trastornos de la personalidad se caracterizan por patrones de percepción, reacción y relación que son relativamente fijos, inflexibles y socialmente desadaptados, incluyendo una variedad de situaciones.
Cada uno tiene patrones característicos de percepción y de relación con otras personas y situaciones (rasgos personales). Dicho de otro modo, toda la gente tiende a enfrentarse a las situaciones estresantes con un estilo individual pero repetitivo. Por ejemplo, algunas personas tienden a responder siempre a una situación problemática buscando la ayuda de otros. Otras siempre asumen que pueden manejar los problemas por sí mismas. Algunas personas minimizan los problemas, otras los exageran.


Aunque la gente tiende a responder siempre del mismo modo a una situación difícil, la mayoría es propensa a intentar otro camino si la primera respuesta es ineficaz. En contraste, las personas con trastornos de la personalidad son tan rígidas que no pueden adaptarse a la realidad, lo cual debilita su capacidad operacional. Sus patrones desadaptados de pensamiento y comportamiento se hacen evidentes al principio de la edad adulta, frecuentemente antes, y tienden a durar toda la vida. Son personas propensas a tener problemas en sus relaciones sociales e interpersonales y en el trabajo.


Las personas con trastornos de la personalidad generalmente no son conscientes de que su comportamiento o sus patrones de pensamiento son inapropiados; por el contrario, a menudo creen que sus patrones son normales y correctos. Con frecuencia, los familiares o los asistentes sociales los envían a recibir ayuda psiquiátrica porque su comportamiento inadecuado causa dificultades a los demás. En cambio, la gente con trastornos por ansiedad se causa problemas a sí misma pero no a otros. Cuando las personas con trastornos de la personalidad buscan ayuda por sí mismas (frecuentemente, a causa de frustraciones), tienden a creer que sus problemas están causados por otras personas o por una situación particularmente dificultosa.


Los trastornos de la personalidad incluyen los siguientes tipos: paranoide, esquizoide, esquizotípico, histriónico, narcisista, antisocial, límite, evitador, dependiente, obsesivo-compulsivo y pasivo-agresivo. El trastorno de identidad disociativo, anteriormente llamado trastorno de personalidad múltiple, es un trastorno completamente diferente.


Personalidad paranoide


Las personas con una personalidad paranoide proyectan sus propios conflictos y hostilidades hacia otros. Son generalmente frías y distantes en sus relaciones. Tienden a encontrar intenciones hostiles y malévolas detrás de los actos triviales, inocentes o incluso positivos de otras personas y reaccionan con suspicacia a los cambios en las situaciones. A menudo, las suspicacias conducen a conductas agresivas o al rechazo por parte de los demás (resultados que parecen justificar sus sentimientos originales).


Los que tienen una personalidad paranoide frecuentemente intentan acciones legales contra otros, especialmente si se sienten indignados con razón. Son incapaces de ver su propio papel dentro de un conflicto. Aunque suelen trabajar en relativo aislamiento, pueden ser altamente eficientes y concienzudos.


A veces las personas que ya se sienten alienadas a causa de un defecto o una minusvalía (como la sordera) son más vulnerables a desarrollar ideas paranoides.


Personalidad esquizoide


Las personas con una personalidad esquizoide son introvertidas, ensimismadas y solitarias. Son emocionalmente frías y socialmente distantes. A menudo están absortas en sus propios pensamientos y sentimientos y son temerosas de la aproximación e intimidad con otros. Hablan poco, son dadas a soñar despiertas y prefieren la especulación teórica a la acción práctica. La fantasía es un modo frecuente de enfrentarse a la realidad.


Personalidad esquizotípica


Las personas con una personalidad esquizotípica, al igual que aquellas con una personalidad esquizoide, se encuentran social y emocionalmente aisladas. Además, desarrollan pensamientos, percepciones y comunicaciones insólitas. Aunque estas rarezas son similares a las de las personas con esquizofrenia, y aunque la personalidad esquizotípica se encuentra a veces en la gente con esquizofrenia antes de que desarrollen la enfermedad, la mayoría de los adultos con una personalidad esquizotípica no desarrolla esquizofrenia. Algunas personas muestran signos de pensamiento mágico (la idea de que una acción particular puede controlar algo que no tiene ninguna relación con ella). Por ejemplo, una persona puede creer que va a tener realmente mala suerte si pasa por debajo de una escalera o que puede causar daño a otros teniendo pensamientos de ira. La gente con una enfermedad esquizotípica puede tener también ideas paranoides.


Personalidad histriónica


Las personas con una personalidad histriónica (histérica) buscan de un modo notable llamar la atención y se comportan teatralmente. Sus maneras vivamente expresivas tienen como resultado el establecer relaciones con facilidad pero de un modo superficial. Las emociones a menudo aparecen exageradas, infantilizadas e ideadas para provocar la simpatía o la atención (con frecuencia erótica o sexual) de los otros. La persona con personalidad histriónica es proclive a los comportamientos sexualmente provocativos o a sexualizar las relaciones no sexuales.


Pueden no querer en realidad una relación sexual; más bien, sus comportamientos seductores a menudo encubren su deseo de dependencia y de protección. Algunas personas con personalidad histriónica también son hipocondríacas y exageran sus problemas físicos para conseguir la atención que necesitan.


Personalidad narcisista.


Las personas con una personalidad narcisista tienen un sentido de superioridad y una creencia exagerada en su propio valor o importancia, lo que los psiquiatras llaman “grandiosidad”. La persona con este tipo de personalidad puede ser extremadamente sensible al fracaso, a la derrota o a la crítica y, cuando se le enfrenta a un fracaso para comprobar la alta opinión de sí mismos, pueden ponerse fácilmente rabiosos o gravemente deprimidos. Como creen que son superiores en las relaciones con los otros, esperan ser admirados y, con frecuencia, sospechan que otros los envidian. Sienten que merecen que sus necesidades sean satisfechas sin demora y por ello explotan a otros, cuyas necesidades o creencias son consideradas menos importantes. Su comportamiento es a menudo ofensivo para otros, que les encuentran egocentristas, arrogantes o mezquinos.


Personalidad antisocial.
Las personas con personalidad antisocial (en otro tiempo llamada psicopática o personalidad sociopática), la mayor parte de las cuales son hombres, muestran desprecio insensible por los derechos y los sentimientos de los demás. Explotan a otros para obtener beneficio material o gratificación personal (a diferencia de los narcisistas, que creen que son mejores que los otros).


Característicamente, tales personas expresan sus conflictos impulsiva e irresponsablemente. Toleran mal la frustración y, en ocasiones, son hostiles o violentas. A pesar de los problemas o el daño que causan a otros por su comportamiento antisocial, típicamente no sienten remordimientos o culpabilidad. Al contrario, racionalizan cínicamente su comportamiento o culpan a otros. Sus relaciones están llenas de deshonestidades y de engaños. La frustración y el castigo raramente les ocasionan la modificación de sus conductas.


Las personas con personalidad antisocial son frecuentemente proclives al alcoholismo, a la toxicomanía, a las desviaciones sexuales, a la promiscuidad y a ser encarceladas. Son propensas a fracasar en sus trabajos y a trasladarse de un sitio a otro. Frecuentemente tienen una historia familiar de comportamiento antisocial, abuso de sustancias, divorcio y abusos físicos. En su niñez, generalmente, fueron descuidados emocionalmente y con frecuencia sufrieron abusos físicos en sus años de formación. Tienen una esperanza de vida inferior a la media, pero entre los que sobreviven, esta situación tiende a disminuir o a estabilizarse con la edad.



Personalidad límite


Las personas con una personalidad límite, la mayor parte de las cuales son mujeres, son inestables en la percepción de su propia imagen, en su humor, en su comportamiento y en sus relaciones interpersonales (que a menudo son tormentosas e intensas). La personalidad límite se hace evidente al principio de la edad adulta pero la prevalencia disminuye con la edad. Estas personas han sido a menudo privadas de los cuidados necesarios durante la niñez.

Consecuentemente se sienten vacías, furiosas y merecedoras de cuidados.


Cuando las personas con una personalidad límite se sienten cuidadas, se muestran solitarias y desvalidas, frecuentemente necesitando ayuda por su depresión, el abuso de sustancias tóxicas, las alteraciones del apetito y el maltrato recibido en el pasado. Sin embargo, cuando temen el abandono de la persona que las cuida, su humor cambia radicalmente. Con frecuencia muestran una cólera inapropiada e intensa, acompañada por cambios extremos en su visión del mundo, de sí mismas y de otras (cambiando del negro al blanco, del amor al odio o viceversa pero nunca a una posición neutra). Si se sienten abandonadas y solas pueden llegar a preguntarse si realmente existen (esto es, no se sienten reales). Pueden devenir desesperadamente impulsivas, implicándose en una promiscuidad o en un abuso de sustancias tóxicas. A veces pierden de tal modo el contacto con la realidad que tienen episodios breves de pensamiento psicótico, paranoia y alucinaciones.


Estas personas son vistas a menudo por los médicos de atención primaria; tienden a visitar con frecuencia al médico por crisis repetidas o quejas difusas pero no cumplen con las recomendaciones del tratamiento. Este trastorno es también el más frecuentemente tratado por los psiquiatras, porque las personas que lo presentan buscan incesantemente a alguien que cuide de ellas.


Personalidad evitadora.
La gente con una personalidad evitadora es hipersensible al rechazo y teme comenzar relaciones o alguna otra cosa nueva por la posibilidad de rechazo o de decepción. Estas personas tienen un fuerte deseo de recibir afecto y de ser aceptadas. Sufren abiertamente por su aislamiento y falta de habilidad para relacionarse cómodamente con los otros. A diferencia de aquellas con una personalidad límite, las personas con una personalidad evitadora no responden con cólera al rechazo; en vez de eso, se presentan tímidas y retraídas. El trastorno de personalidad evitadora es similar a la fobia social.


Personalidad dependiente.
Las personas con una personalidad dependiente transfieren las decisiones importantes y las responsabilidades a otros y permiten que las necesidades de aquellos de quienes dependen se antepongan a las propias. No tienen confianza en sí mismas y manifiestan una intensa inseguridad. A menudo se quejan de que no pueden tomar decisiones y de que no saben qué hacer o cómo hacerlo. Son reacias a expresar opiniones, aunque las tengan, porque temen ofender a la gente que necesitan. Las personas con otros trastornos de personalidad frecuentemente presentan aspectos de la personalidad dependiente, pero estos signos quedan generalmente encubiertos por la predominancia del otro trastorno. Algunos adultos con enfermedades prolongadas desarrollan personalidades dependientes.



Personalidad obsesivo-compulsiva.


Las personas con personalidad obsesivo-compulsiva son formales, fiables, ordenadas y metódicas pero a menudo no pueden adaptarse a los cambios. Son cautos y analizan todos los aspectos de un problema, lo que dificulta la toma de decisiones. Aunque estos signos están en consonancia con los estándares culturales de occidente, los individuos con una personalidad obsesivo-compulsiva toman sus responsabilidades con tanta seriedad que no toleran los errores y prestan tanta atención a los detalles que no pueden llegar a completar sus tareas. Consecuentemente, estas personas pueden entretenerse en los medios para realizar una tarea y olvidar su objetivo. Sus responsabilidades les crean ansiedad y raramente encuentran satisfacción con sus logros.


Estas personas son frecuentemente grandes personalidades, en especial en las ciencias y otros campos intelectuales en donde el orden y la atención a los detalles son fundamentales. Sin embargo, pueden sentirse desligadas de sus sentimientos e incómodas con sus relaciones u otras situaciones que no controlan, con eventos impredecibles o cuando deben confiar en otros.



Personalidad pasiva-agresiva.
Los comportamientos de una persona con una personalidad pasiva-agresiva (negativista) tienen como objetivo encubierto controlar o castigar a otros. El comportamiento pasivo-agresivo es con frecuencia expresado como demora, ineficiencia y malhumor. A menudo, los individuos con una personalidad pasiva-agresiva aceptan realizar tareas que en realidad no desean hacer y luego proceden a minar sutilmente la finalización de esas tareas. Ese comportamiento generalmente sirve para expresar una hostilidad oculta.

Diagnóstico

El médico basa el diagnóstico de un trastorno de la personalidad en la expresión por el sujeto de tipos de comportamiento o pensamientos desadaptados. Estos comportamientos tienden a manifestarse porque la persona se resiste tenazmente a cambiarlos a pesar de sus consecuencias desadaptadas.


Además, es probable que el médico perciba el uso inapropiado de la persona de mecanismo de enfrentamiento, a menudo llamados mecanismos de defensa. Aunque todo el mundo utiliza inconscientemente mecanismos de defensa, la persona con trastornos de la personalidad los usa de modo inapropiado o inmaduro.


Tratamiento


Aunque los tratamientos difieren de acuerdo con el tipo de trastorno de la personalidad, algunos principios generales se pueden aplicar a todos. La mayor parte de las personas con un trastorno de la personalidad no sienten la necesidad de tratamiento y, probablemente por esta razón, suelen acudir a la consulta acompañadas de otra persona. Generalmente el paciente puede responder al apoyo que se le presta, pero suele mantenerse firme en cuanto a los patrones de pensamiento y de comportamiento propios de su desadaptación. Generalmente, el apoyo es más eficaz cuando intervienen en él otros pacientes o un psicoterapeuta.


El terapeuta destaca repetidamente las consecuencias indeseables de la forma de pensar y de comportarse de la persona, algunas veces fija límites a este comportamiento y también repetidamente enfrenta a la persona con la realidad. Resulta útil y a menudo esencial la implicación de la familia de la persona afectada, puesto que la presión del grupo puede ser eficaz. Las terapias de grupo y familiares, vivir en grupo en residencias especializadas y la participación en clubes sociales terapéuticos o en grupos de autoayuda pueden ser útiles.


Estas personas a veces tienen ansiedad y depresión, que esperan aliviar con fármacos. Sin embargo, la ansiedad y la depresión que resultan de un trastorno de la personalidad son raramente aliviadas con fármacos de modo satisfactorio y tales síntomas pueden indicar que la persona está realizando algún autoexamen saludable. Más aún, la terapia farmacológica se complica frecuentemente por el mal uso de los fármacos o por los intentos de suicidio. Si la persona padece otro trastorno psiquiátrico, como depresión mayor, fobia o trastorno por pánico, la toma de medicamentos puede resultar adecuada, aunque posiblemente producirán sólo un alivio limitado.


Cambiar una personalidad requiere mucho tiempo. Ningún tratamiento a corto plazo puede curar con éxito un trastorno de la personalidad pero ciertos cambios pueden conseguirse más rápidamente que otros. La temeridad, el aislamiento social, la ausencia de autoafirmación o los exabruptos temperamentales pueden responder a la terapia de modificación de la conducta. Sin embargo, la psicoterapia a largo plazo (terapia hablada), con el objetivo de ayudar a la persona a comprender las causas de su ansiedad y a reconocer su comportamiento desadaptado, es la clave de la mayoría de los tratamientos. Algunos tipos de trastornos de personalidad, como el narcisista o el obsesivo-compulsivo, pueden tratarse mejor con el psicoanálisis. Otros, como los tipos antisocial o paranoide, raramente responden a una terapia.

Infancia traumática



John Haigh
Eventos traumáticos durante la niñez
Aparte de la triada de focos rojos: piromanía, incontinencia y crueldad hacia los animales, existen varios factores mas que determinan futuras conductas psicópatas. Se ha descubierto que varios asesinos seriales fueron adoptados, atestiguaron en su infancia violencia extrema o que fueron recluidos en reformatorios juveniles, donde se convirtieron en peligrosos criminales.
La adopción
Se ha descubierto que la adopción es un factor de bastante peso en la psicología del asesino serial. Una vez conocida su situación (de ser adoptado) al individuo le asaltan dos preguntas fundamentales:
¿Fui rechazado por mis padres?
¿Eran mis padres unos malvivientes o unos héroes?
Si el infante, por cualquier razón, ya tiene una frágil psique; es entonces mas sencillo que al enterarse sobre su adopción surjan en su mente serios problemas de personalidad. Lo primero que resiente es el rechazo por parte de sus verdaderos padres biológicos. Tal vez su madre era una prostituta, o su padre un gángster, o tal vez no. Si el afectado busca a sus verdaderos padres y nuevamente es rechazado, el efecto puede ser desastroso. Así le ocurrió a David Berkowitz The Son of Sam quién buscó a su madre, solo para ser ignorado nuevamente. De hecho el detonante de su carrera criminal fue un conflicto de identidad padre/hijo, caracterizado por su propia firma: "El Hijo de Sam."
Otro famoso asesino adoptado fué Ted Bundy, de quien se sospecha tuvo una infancia caracterizada por un desarrollo normal y pleno, hasta que a los trece años descubrió la verdad de su situación. Evento tras el cual se dice que comenzó la debacle psicológica que lo convirtió en un temible asesino. Según palabras de Bundy: "Fue como golpearme de lleno contra una pared de ladrillos." La adopción no es mala en si, pero a ciertos niños les provoca conflictos de identidad.
Andrei Chikatilo
Testigos de violencia
Ed Gein, Albert Fish y Andrei Chikatilo argumentan que ver escenas grotescas durante su infancia les provocó convertirse en asesinos. Estos tres hombres observaron típicas escenas de campo, donde morían animales. Otros vivían cerca de rastros o lugares similares. A John Haigh, The Acid Bath Murderer le tocó vivir en Londres durante la guerra. En un bombardeo, la explosión de un misil destruyó parte del refugio donde el se encontraba. Mucha gente murió en aquel momento. A sus pies rodó la cabeza decapitada de un hombre. Si por esto fuera, debemos temer lo peor ahora que estamos en la era de las películas de Stephen King. Pronto surgirá una generación de asesinos seriales.
Arresto Juvenil
Charles Manson
Durante el siglo XX, los reformatorios hicieron todo, menos reformar a los internos. Esta aceptado que la violencia de un lugar así puede influir en el desarrollo de un asesino serial. Aparentemente ya no ocurre lo mismo en los modernos reformatorios. Aunque en 1920, el asesino Carl Panzram era ya un delincuente incorregible, la tortura y la vejación hicieron de él un peor criminal. Años después dejó en claro que tras salir del reformatorio su meta era la destrucción de todo y de toda persona que se cruzara por su camino. Charles Manson se quejó de violación y maltrato durante su estancia en el reformatorio. Albert Fish achacó su sadomasoquismo también a sus amargas experiencias juveniles.
Rechazo Social
Kenneth Bianchi
Desde temprana edad muchos asesinos seriales son rechazados. En un reporte clínico se dice de Kenneth Bianchi: "Derrama orina todo el tiempo, muy difícil que haga amistad con alguien, aparte de que tiene espasmos." Jeffrey Dahmer también era un antisocial que se burlaba de cualquier compañero que se lastimara. Después se convirtió en un adolescente alcohólico. Mientras la soledad de estos niños crece, también lo hacen sus morbosas fantasías de las que ya hemos hablado.

martes, 20 de marzo de 2007

Psicosis




La Realidad Trastornada
John Wayne
Ya he escrito acerca de como un asesino serial mira al prójimo, de como en su torcida mente lo convierte en mero símbolo u objeto con el cual lleva a cabo sus fantasías. Hay que retomar el asunto para sacarle mayor provecho. En el siglo XIX se consideraba a la psicopatología como "insanidad moral." Actualmente se le conoce como un "desorden de personalidad social" o "sociopatología." Los expertos opinan que un sociópata es el resultado de la reunión de desastrosas características personales, biológicas y sociales.
Se diagnostica al psicópata/sociópata por su conducta irracional y carente de propósito, falta de conciencia y vacío emocional. Son gente en busca de emociones fuertes, que no experimentan miedo. El castigo casi nunca da resultado, porque su impulsividad no tiene límite; no temen a las consecuencias de sus actos. Para un psicópata una relación humana no tiene significado, por lo tanto son hábiles manipuladores y explotadores. De acuerdo a estudios hechos con la técnica de análisis psicológico (DSM IIIR) entre 3-5% de los hombres son sociópatas; mientras que menos del 1% de la población de las mujeres lo son.
Usualmente el psicópata es un hombre exitoso en los negocios, inclusive llega a ser líder mundial. No todo psicópata esta motivado a matar. Pero cuando es sencillo sobajar a los demás, y se ha padecido de injusticias y rechazos, el asesinato parece una elección natural.
Factores ambientales que los psicólogos dicen, pueden crear a un sociópata:
Los estudios muestran que 60% de los psicópatas han perdido a uno de los padres.
El infante es privado de amor maternal; los padres están ausentes o alejados.
Un régimen incorrecto de disciplina: un padre implacable y la madre débil, el niño aprende a odiar la autoridad y a manipular a la madre.
Padres disfuncionales que en privado devastan al infante, mientras que a la sociedad presentan una fachada de "familia feliz."


Genética
Las pruebas indican que el sistema nervioso del psicópata es distinto. Experimenta menos miedo y ansiedad que el común de las personas. Con dos grupos de personas, unos normales y otros psicópatas, se realizó un estudio el cual consistía en hacer aprender cual de cuatro palancas encendía un cierto foco verde. Sin embargo al jalar la palanca equivocada ocurría una penalización (choque eléctrico.) Ambos grupos cometieron el mismo número de errores, pero el grupo sano aprendió rápidamente evitando los choques, mientras que a los sociópatas les tomó mucho mas tiempo lograrlo.
Justamente es esta necesidad por emociones fuertes, la que provoca que el psicópata busque situaciones peligrosas. Cuando John Wayne Gacy escuchaba el ulular de una ambulancia era capaz de seguirla, para conocer que clase de excitante catástrofe había ocurrido. También por este motivo se cree que varios criminales seriales buscaron enrolarse en la policía, probablemente por lo intenso y riesgoso de la profesión.
La genética y la fisiología son factores decisivos en el desarrollo de un asesino serial; sin embargo no son capaces de explicar todo. Los factores ambientales pueden crear o destruir por completo una personalidad psicópata. Mediante el un estudio de EEG se ha descubierto que de 30-38% de los psicópatas tienen un patrón anormal de ondas cerebrales. Los infantes y los niños tienen baja actividad en sus ondas cerebrales pero esta se incrementa con la edad, no así con los asesinos seriales, en quienes la maduración toma un largo periodo de tiempo. Por eso los asesinos seriales no pasan (en la mayoría de los casos) de los 50 años.
Las ondas anormales provienen de los lóbulos temporales y del sistema límbico del cerebro, áreas que controlan la memoria y las emociones. Cuando el desarrollo de estas partes del cerebro esta frenado por causas genéticas y los padres del infante son abusivos, irresponsables o manipuladores, el escenario esta puesto para un desastre.
¿Existe tratamiento para un psicópata? La respuesta de los psiquiatras es: "NO". La terapia a partir de choques eléctricos no surte efecto; las drogas tampoco dan resultados favorables; y la psicoterapia, que implica una relación con el terapeuta esta fuera de toda consideración, porque el psicópata es incapaz de abrirse a otras personas. Ellos no quieren cambiar y la mayoría termina en prisiones, en vez de hospitales psiquiátricos.
Dentro de la mente psicópata
De acuerdo al Dr. J. Reid Meloy, autor del libro: The Psychopathic Mind Origins, Dynamics and Treatment, el psicópata es solo capaz de desarrollar relaciones sadomasoquistas basadas en el poder, no el apego afectivo. Ellos se identifican con el rol agresivo, como el de un padre abusivo, y atacan al débil (ellos mismos) proyectándose en otras personas.
Según el Dr. Meloy, en la tierna infancia del psicópata, ocurre una separación de la personalidad: uno es el yo (vulnerable por dentro) y el otro (que es intruso y agresivo) esto debido a cualquier experiencia desagradable. Entonces el infante espera que toda experiencia "externa" sea dolorosa, por lo que se retrae a si mismo. Este mecanismo de autoprotección construye una "armadura del carácter" que desconfía de todo y no permite el paso hacia adentro. El niño se rehúsa a identificarse con sus padres a quienes toma por malévolos extraños.
Pronto, el niño ya no sentirá simpatía por nadie. El muro ha sido terminado y durará para siempre. Si no lo creen, lean a continuación las palabras de John Haigh: "La naturaleza humana es una molestia, me llena de irritación. De vez en cuando alguien debe desaparecer."
En el desarrollo normal, el chico crea lazos amorosos con su madre. Pero para el psicópata, la madre es tomada como un "predador agresivo, o un extraño." En el caso de psicópatas violentos, asesinos seriales incluidos, los lazos son de sadomasoquismo o agresión. De acuerdo a Meloy "este perverso y agresivo individuo depredará a otros reproduciendo los actos cometidos contra el en otros tiempos."
La víctima vista por el psicópata
Cuando están cazando a su "presa" el asesino no experimenta enojo o furia alguna. Por el contrario parece entrar en un transe. Busca víctimas altamente idealizadas a las cuales avergonzará, humillará y destruirá. Degradando de este modo a la víctima, el psicópata busca destruir al enemigo hostil que mora en su propia mente.
Richard Ramírez
Pretendidos guerreros
Son psicópatas completamente fuera de sí. Actúan sin una pizca de miedo creyéndose omnipotentes, algunas veces pretenden ser la encarnación misma del demonio. Ejemplo claro de ello es la historia de Richard Ramirez "The Night Stalker." Cierto psicópata creía ser un guerrero indio, y mientras estaba en custodia utilizó sus propias heces fecales como pintura de guerra. Finalmente hay que agregar que Gacy y Kemper adoraban a John Wayne, encarnación americana del guerrero solitario.
Labia de asesino
El psicópata conoce bien lo que es bueno y lo que no lo es dentro de una sociedad. Se comporta con tanta sinceridad que hace pensar a los demás que cree en los valores humanos. Son francamente intratables, al grado de que algunos leen libros de psicología con tal de imitar las conductas del esquizofrénico. Como sea posible tratan de manipular a sus captadores o a los terapeutas. Bundy, Kemper y Gacy fueron tratados por psiquiatras, y aún así andaban libres.

jueves, 15 de marzo de 2007

John Wayne Gacy



El payaso asesino

Esta es quizá una de las más escalofriantes imágenes de un asesino en el mundo. John Wayne Gacy Jr. es uno de los más emblemáticos casos del asesino serial americano. Por fuera y ante la sociedad un ciudadano generoso, brillante y emprendedor siendo a la vez un terrible psicópata y asesino de mas de 30 hombres, entre jovencitos y adultos. De los cuales enterró la mayoría en el suelo debajo de su casa y otros mas que tiro en un río cercano. Nació el 17 de Marzo de 1942 en el seno de una familia de raíces irlandesas católica en Chicago Estados Unidos y muere por inyección letal el 10 de Mayo de 1994 curiosamente un año en que son ejecutados o muertos varios asesinos seriales famosos. El famoso investigador de asesinos seriales Robert Ressler entrevistándose con Gacy en la prisión La infancia de Gacy fue de calma y prosperidad teniendo buenas calificaciones en la escuela y aunque no era particularmente popular era apreciado y tenia amistades de los boy scouts y de sus primeros compañeros de trabajo. La mayoría de los muchachos de su edad se empleaban desde temprana edad, mismo caso de Gacy quien después de asistir a clases tenía sus rutas para repartir periódico y también trabajó en una recaudería. Podríamos decir que siempre fue un hombre ocupado en trabajo, escuela y diversiones. Casa de la casa de la mama de Gacy Las dificultades no tardaron en ocurrir en la vida del joven Gacy: A los 11 años jugando con unos palos de juego, sufrió un golpe en la cabeza que le provocó la aparición de un coagulo. Sin embargo este no le fue diagnosticado hasta los 16 años. Así que en un lapso de 5 años sufrió desmayos repentinos y suponemos que daños cerebrales, aunque mínimos. El problema fue resuelto mediante un medicamento que disolvió el coagulo. A los 17 comenzó con sus problemas cardiacos y dolores de los que nunca se pudo descubrir la causa. Toda su vida padecería de estos episodios cardiacos -aunque nunca que pusieran en peligro su vida- que se agravaron una vez que fue encarcelado, claro esta. En cuanto a sus relaciones familiares existían fuertes lazos entre el joven Gacy y su madre y hermanas. Lazos que perdurarían en las buenas y en las malas ocasiones. En cuanto a su padre, se dice que era un hombre alcohólico e irascible que con frecuencia abusaba verbalmente tanto de sus hijos como de su esposa. A pesar de las violencias de señor Gacy, el joven John amaba profundamente a su padre y deseaba ser amado y admirado por su padre, aunque no tuvo la oportunidad de lograrlo plenamente y eso fue motivo de frustración durante toda su vida. Con ese rulito en la frente y no quería que dijeran que era homosexual Después de esto, Gacy trató de terminar sus estudios sin mucha fortuna y partió a Las Vegas donde solo halló empleos de muy baja paga de ese modo regresó a Chicago donde se matriculó en una escuela de negocios. Tras titularse consiguió trabajo en una zapatería y ahí ganó posiciones hasta hacerse el encargado de una tienda de ropa para caballeros. En realidad Gacy era un vendedor nato, así que puliendo y explotando sus habilidades fue escalando poco a poco hacia el éxito empresarial. En 1964 se casó con Marlynn Myers cuyo padre era dueño de franquicias de Kentucky Fried Chicken así que el nuevo yerno obtuvo una merecida posición en la organización de la familia. Quiso aprender del negocio desde cero y así tomaba usualmente jornadas de trabajo de 10 a 14 horas. Y cuando no estaba trabajando estaba envuelto al 100% en actividades comunitarias. Se enroló en diversas organizaciones civiles siendo la mas notoria la de los Jaycees quienes lo nombraron en una ocasión 'El hombre del año'... dichas comunidades se dedican a la perfección del liderazgo comunitario y empresarial de sus asociados. Y John Wayne Gacy dedicaba por entero sus esfuerzos y su vida en ello. Quienes lo conocieron dicen que se distinguía por su gran ambición y sed de reconocimiento público. Gacy como Pogo el payaso, en intensa labor comunitaria Fruto de su matrimonio tuvieron un hijo y una hija. La señora Gacy vivía feliz cuidando a sus hijos y él trabaja incansablemente al grado de sufrir un ocasional colapso nervioso. Pero sus problemas de salud: el sobrepeso, lo del corazón y lesiones en la espalda no constituyeron ningún impedimento para que Gacy continuara su carrera comunitaria. Al parecer todo era miel sobre hojuelas, pero no tanto. Pronto comenzaron a correr los rumores acerca de la homosexualidad de Gacy. Se decía que siempre en el trabajo estaba rodeado de jovencitos y que sostenía relaciones con algunos de ellos. Los más cercanos e íntimos se negaban a aceptar tales historias. Hasta que en el año de 1968 un jurado de Ohio lo declaró culpable por cargos de sodomía. La víctima, un tal Mark Miller lo acusó de haberlo engatusado hasta tenerlo atado y violarlo hacía un año antes cuando fue a verlo en su casa. Aquello fue un duro golpe por si no bastaban los rumores, aparte Gacy trató de defenderse inventando una historia que no sirvió de nada. Tiempo después contrató a un muchacho para que le diera una paliza a Miller, complicando todo su proceso penal. En este episodio el juez ordena una serie de pruebas psiquiatricas a Gacy determinándose que es capaz de comparecer en juicio pero a la vez se establece que su conducta es antisocial y que no hay tratamiento conocido para su problema. Fue sentenciado a 10 años de prisión y poco después de ingresar al penal su esposa se divorció de el argumentando que había roto los votos matrimoniales. A los 26 años John Wayne Gacy Jr. pisaba la cárcel por primera vez. Ficha criminal de John Wayne Gacy Jr. en 1968 acusado de sodomía El 18 de Junio de 1970 gracias a su conducta de prisionero modelo recibe la libertad anticipada y regresa a Chicago para 'rehacer' su vida. Llega a casa de su madre pero se da cuenta de que debe independizarse de nuevo, así que con la ayuda financiera de sus hermanas compra una casa nueva en un suburbio de la ciudad para comenzar de nuevo sus negocios. Así que entro como chef a un restaurante de la ciudad y comenzó nuevas amistades con sus vecinos, los Grexas con quienes tenia frecuentes encuentros para jugar cartas o tomar tragos, obviamente ignoraban el pasado criminal de su nuevo y bonachón vecino. En 1972 Gacy volvió a contraer matrimonio, esta vez con una mujer divorciada y con dos hijos pequeños. Carole Hoff se llamaba la nueva esposa y estando emocionalmente vulnerable no fue difícil conquistarla con detalles de generosidad. Así que esta mujer pensó que Gacy sería un excelente sostén para ella y sus hijos a pesar de que no ignoraba que Gacy había estado en prisión pero confió en su nueva actitud y que corregiría sus pasos. La casa de Gacy custodiada e investigada por la policía Fue así que pasaron los años en que Gacy mantuvo su secreta vida criminal de sodomía y asesinatos mientras que ante la sociedad era un próspero empresario que con frecuencia organizaba parrilladas en su casa las cuales por cierto eran eventos exitosos y comentadísimos. Eso si, nadie dejaba de quejarse del extraño y nauseabundo olor que emanaba la propiedad ante lo cual la explicación era siempre que las partes bajas de la casa estaban invadidas de un moho apestoso. O de que alguna rata había muerto en la cañería. Solo Gacy sabía exactamente el origen de tales olores. Luego la conducta de Gacy comenzó a deteriorarse pasando del buen humor a rachas de ira inexplicables y había perdido el interés sexual hacia su mujer. A esta no le preocupó tanto esto último como el hecho de que comenzó a hallar revistas pornográficas de hombres y jovencitos y hasta Gacy le llegó a espetar que prefería a los jóvenes sobre las mujeres. En su trabajo igualmente era notorio como estaba rodeado de muchos efebos argumentando que contrataba tales empleados para ahorrarse dinero, pero la gente ya sospechaba que no solo era para ahorrarse la lana sino para satisfacer sus cada vez más obvias inclinaciones sexuales. Por supuesto que no faltaron los episodios rasposos y violentos entre sus jóvenes empleados y Gacy, quien se les aventaba y extorsionaba con no pagarles si hablaban del asunto. El 2 de Marzo de 1976 finalmente quedaron divorciados los Gacy. La remoción de los restos humanos en la propiedad de Gacy casi se convierte en una labor arqueológica por la complejidad de la tarea y la cantidad de cuerpos enterrados. Finalmente en 1978 todas las atrocidades cometidas por Gacy tenían que salir a la luz pública. Todo se derivó de la continua desaparición de jovencitos sin mayor explicación. La policía poco a poco comenzó a centrar su atención en este sujeto y descubrieron que ya estaba catalogado como criminal sexual así que fue cuestión de algunas ordenes para registrar su propiedad para encontrar material sospechoso. Ante los primeros análisis la evidencia era cada vez más crítica para ligar a Gacy con la desaparición de varias personas. La policía se dio cuenta que tenía un caso grueso entre manos y decidió arrestar a Gacy. Aunque no se descubrieron los cuerpos inmediatamente fue cosa de días para comenzar con la ardua labor de exhumar hasta 29 cuerpos de la propiedad en que vivía. Gacy tuvo que confesar y de hecho indicar a la policía de mas cuerpos que había abandonado en el río. El juicio fue arduo pero la sentencia fue definitiva y tras varias apelaciones Gacy murió en la penitenciaria de Stateville Ohio por inyección letal. De hecho tal procedimiento no estuvo exento de incidentes siendo el principal que los químicos usados para matarlo se solidificaron y desde entonces el procedimiento ha sido cambiado. Gacy tardó 27 minutos en fallecer y su última sentencia para con un guardia antes de ser ingresado a la cámara fue 'You can kiss my ass'
Bibliografía: Fall of the House of Gacy, Harlan H. Mendenhall The Last Victim: A True-Life Journey into the Mind of the Serial Killer, Jason Moss, Jeffrey Kottler The Chicago Killer: The Hunt for Serial Killer John Wayne Gacy, Joseph R. Kozenczak, Karen M. Henrikson The Man Who Killed Boys: The John Wayne Gacy Jr. Story, Clifford L. Linedecker Killer Clown: John Wayne: The John Wayne Gacy Murders, Terry Sullivan, Peter Maiken Buried Dreams: Inside the Mind of a Serial Killer, Tim Cahill

Andrei Chikatilo


Nació en Ucrania el 16 de Octubre de 1936, en una pequeña aldea en tiempos de hambruna, cuando morían millones de personas cuyos cadáveres se amontonan en las calles y campos, lo más cruel para el pequeño Andrei y su hermana era escuchar en el regazo de su madre como su hermano mayor, Stepan había sido raptado y devorado, aunque no era un caso aislado en aquellos duros años treinta, el hecho marcaría notablemente al niño, quien se sentía en esos momentos más solo que nunca, de hecho no existe ningún documento que informe acerca del nacimiento o muerte de Stepan pero la manera en como su madre se los contaba hacia que la historia pareciera verídica.
En la escuela era muy introvertido, incapaz de aceptar su miopía, (sus primeras gafas las tubo a los treinta años, y hasta los doce se orinó en la cama). Siempre era humillado por los otros compañeros, cualquiera podía decirle lo que fuese, él se limitaba a escuchar y a aguantar. No es de extrañar que con el tiempo, su ánimo se llenase con las lágrimas contenidas y con todas esas injurias. A medida que iba creciendo, se hacía más tímido con las mujeres, hasta el punto de hacer fracasar su primer intento sexual, por eyacular en pocos segundos mientras abrazaba una chica, de ahí surgieron los primeros rumores de su impotencia.
Como todos los ciudadanos soviéticos sirvió en el ejército y luego se dedicó a los estudios, obteniendo tres títulos: en lengua y literatura rusa, en ingeniería y en marxismo-leninismo.
En 1971, un diploma universitario le dio el grado de maestro. Sentía una creciente atracción por las menores de doce años, y se colaba en los dormitorios para verlas en ropa interior mientras se masturbaba con la mano dentro del bolsillo. Más tarde Chikatilo se refugió en el Comunismo, pero su fijación con el dogma político rayaba en la demencia.
A pesar de su problema, pudo encontrar una esposa, y aunque era incapaz de mantener una erección, sí podía eyacular. Logró alcanzar en contadísimas ocasiones la suficiente erección para dejar embarazada a su esposa, pero no dejaba de pensar, que la naturaleza lo había castigado castrándolo al nacer. Era un marido de carácter estable y trabajador, un padre que nunca levantaba la voz ante los hijos, un respetado miembro del partido comunista que leía los periódicos y se mantenía al corriente de la actualidad. Discreto, vivía con la rigurosa austeridad que corresponde a un verdadero soviético.
En la escuela en la que trabajaba, sus alumnos se reían de él, le apodaban "el ganso" porque sus largos hombros encorvados hacían que su cuello pareciese alargado, y por que lo tenían por tonto. Él no hacía nada por remediarlo, tampoco cuando le empezaron a llamar "maricón", ni cuando le pegaban arrojándole una manta por encima o cuando lo sacaban de las aulas a patadas. Después de cierto tiempo le adquirió tanto miedo a los chicos que empezó a llevar un cuchillo a su trabajo.
El 22 de diciembre de 1978, Chikatilo mató por primera vez a los 42, abordó en la calle a una niña de nueve años de edad, y la convenció para que se fuera con él a una cabaña que poseía en las afueras de la ciudad. Sabía como hablar a los niños, él mismo había sido maestro y tenía a sus dos hijos. Una vez allí la desvistió con violencia. Accidentalmente, le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició una erección inmediata, estableciendo el vínculo fatal entre sangre y sexo. Luego, sacó un cuchillo y se lo clavó a la niña en el estómago. Con cada puñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no cesó de hacerlo hasta la eyaculación. Chikatilo había intentado satisfacer su necesidad sexual movido por la esperanza de llegar a ser igual que los demás, pero no lo era. Su flacidez y las burlas de las mujeres que se lo recordaban a cada momento, era más de lo que podía esperar. También se dio cuenta de que su placer no consistía en acariciar los genitales ajenos, sino en maltratarlos.
Dos días después de este crimen la policía encontró los restos de la niña en el río Grushovka, y cerca de la cabaña de Chikatilo una gran mancha de sangre. Los policías interrogaron al hombre, pero acabaron inculpando a otro agresor sexual, Alexander Kravchenko. Chikatilo era, por las paradojas que marcaban sus actos, más dual que nunca.
Era el típico marido sumiso y asexual. Hacía todo lo que su mujer le ordenaba o casi todo. Ella solía desear los placeres del lecho con más frecuencia que él, y eso les llevaba a frecuentes discusiones, a que ella le recordase en todo momento lo taciturno e inerte que era. Su acusación de haber molestado sexualmente a los estudiantes le costo el trabajo, pero gano uno nuevo en una fabrica en el que tenia que estar viajando constantemente, siempre se estaba moviendo lo cual le ayudaba a escoger sus nuevas víctimas.
Tres años pasarían antes de que Chikatilo asesinara por segunda vez, el 3 de septiembre de 1981. Su segunda víctima fue Larisa Tkachenko de 17 años de edad, la convenció de ir con él al bosque para tener relaciones sexuales, pero fallo en el intento por lo que ella se río de él, esto lo enfureció, perdió el control, estranguló a la mujer y eyaculó sobre el cadáver, mordisqueo su garganta, le corto los senos y en su frenesí se comió los pezones. Luego, comenzó a lanzar aullidos mientras bailaba una danza de guerra alrededor del cuerpo, dejó el cuerpo sin vida con un palo enterrado. En esos momentos supo que volvería a matar. Los dos primeros asesinatos de Chikatilo tuvieron cierto carácter fortuito. Es posible que, en ambos casos, sus intenciones fueran solamente de índole sexual. Los gritos de terror le excitaban, pero era el asesinato en sí lo que presentaba para él el acto sexual supremo.
Su tercera víctima fue Lyuba Biryuk, fue raptada de una villa y fue acuchillada 40 veces en el bosque, le mutilaron los ojos esto se volvería algo común en sus asesinatos, la firma mortal de Chikatilo.
Chikatilo asesinó a otras 3 personas ese año, entre ellas se encontraba su primera víctima masculina, Oleg Podzhivaev de 9 años de edad, el cuerpo no se encontró pero Chikatilo afirmó ser el responsable y que le había arrancado los genitales, la prensa estaba enloquecida con el asesino en serie, el modus operandi era siempre el mismo, sus víctimas siempre se encontraban en los bosques, con indicios de violencia y sadomasoquismo, y en ocasiones les faltaban miembros a las víctimas, eran niños, niñas y chicas jóvenes. Entre ellos había muchos escapados de casa y retrasados mentales, pues se dejaban convencer más fácilmente y agradecían su ayuda en el laberinto del sistema de transportes local, con el que no estaban familiarizados. En 1984 asesinó a 15 personas, mientras el tiempo entre sus asesinatos iba disminuyendo el número de víctimas iba en ascenso. Chikatilo los elegía entre la multitud en estaciones ferroviarias y en paradas de autobús, y con algún pretexto, los convencía para que lo siguieran a alguna zona boscosa. Una vez allí les infligía numerosas puñaladas (entre treinta y cincuenta). Casi todas las víctimas sufrían la mutilación de los ojos. A las adolescentes o chicas jóvenes les seccionaba los pechos o los pezones, ya fuera con sus afilados cuchillos o con los dientes. El útero era extirpado con tal precisión que todos los cirujanos de la provincia de Rosstov pasaron a ser sospechosos en potencia. Mientras las violaba, se enfurecía tanto por llegar tan rápidamente al orgasmo que les machacaba la cara a golpes. Para ocultar su impotencia, a veces, con la ayuda de una ramita, colocaba el semen en la vagina de la víctima. En el caso de los niños, los atacaba nada más hallarse a solas con ellos en el bosque: un golpe para aturdirlos con las manos atadas y unos golpes de cuchillo poco profundos para establecer su dominio sobre ellos. Posteriormente los mutilaba a mordiscos, les cortaba los genitales o solamente extirpaba los testículos, que guardaba a modo de trofeo. También arrancaba los ojos de todas sus víctimas, quizás para evitar encontrarse con sus miradas. En algunas ocasiones realizaba estas amputaciones cuando la víctima se hallaba aún con vida, aunque no consciente. En ninguno de los casos se encontraron las partes del cuerpo seccionadas en las cercanías de la escena del crimen.
Además practicaba actos de canibalismo, en sus declaraciones confesaría que le gustaba tragarse las partes del cuerpo más blanditas... En 1981, se convirtió en funcionario de abastecimiento de una fábrica, y el trabajo, que le obligaba a recorrer una buena parte de la región, le proporcionaba la tapadera perfecta.
El Instituto Serbsky de Moscú diseñó el perfil de un hombre ostensiblemente normal, probablemente casado, con un trabajo regular, y por esperma hallado en los cuerpos de sus víctimas, se supo que su sangre era del grupo AB. El 14 de septiembre de 1984, detuvieron a Chikatilo en el mercado de Rosstov, pues en líneas generales encajaba con la descripción del asesino, pero no pudieron demostrar nada más. Chikatilo parecía un hombre respetable, y tras hacerle un análisis de sangre, ésta resultó ser de grupo A. Enseguida fue puesto en libertad sin cargos. Por esas alturas, los archivos de la policía contenían datos de unos 26.500 sospechosos. Cuando apareció el cadáver número treinta, los periódicos empezaron a dar noticias del posible asesino en serie, quienes todos creían un retrasado mental, a pesar que la policía no estaba de acuerdo, pues la amplia dispersión del asesino indicaba que éste disponía de un vehículo, factor que en Rusia era eliminativo.
Chikatilo fue acusado de haber robado un rollo de linoleo de su oficina, siete meses después con ese caso aun pendiente, fue arrestado por comportamiento impropio en la estación de autobuses de Rostov, fue sentenciado a 15 días en prisión, pero la policía creía que él era el asesino, así que compararon la sangre de Chikatilo con el semen encontrado en los cuerpos de las víctimas e inexplicablemente no era el mismo tipo de sangre, fue sentenciado a un año en cárcel por el robo del linoleo pero el juez simpatizó con él y lo liberó antes, el asesino estaba libre otra vez.El 17 de octubre de 1990, volvió a matar en un bosque cercano a la estación de Donlesjoz. Este crimen absorbió a toda la policía local y a una fuerza antidisturbios de 100 hombres. Pero dos semanas después, Chikatilo volvió a actuar, y ésta vez fueron unos 600 detectives los encargados de investigar a lo largo de la línea de los bosques, en dónde montaban guardia tres o cuatro oficiales en los apeaderos más aislados.
El 6 de noviembre de 1990, uno de estos detectives, el sargento Igor Rybakov, vio surgir del bosque un hombre con traje y corbata. Mientras observaba cómo éste se lavaba las manos en la fuente advirtió que tenía un dedo vendado y una mejilla manchada de sangre. Le pidió los documentos y elevó un informe de rutina. Cinco días después encontraban un nuevo cadáver en ese mismo lugar el cual estimaron que llevaba muerto más o menos una semana. El homicida tenía que haber pasado por la estación, y el culpable no podía ser otro que el sospechoso del informe de Rybakov. Lo arrestaron el 20 de noviembre, sospechoso de haber asesinado a 36 víctimas, todos ellos mujeres y niños. Su esperma, aunque no su sangre, sí era AB.
El fiscal general de la provincia de Rosstov emitiría una orden de detención contra Chikatilo, efectiva a partir del 20 de noviembre de 1990. Y ese mismo día, en efecto, fue retenido por la KGB, mientras éste con paso lento y senil decía "¿Cómo pueden hacerle esto a una persona de mi edad?". En los interrogatorios, afirmó que simplemente era un ciudadano normal, que no había cometido ningún tipo de delito, y que era objeto de una persecución absurda por parte de la policía. El 27 de noviembre prometió que estaba dispuesto a aportar pruebas de sus crímenes si no continuaban atosigándole con los interrogatorios que le recordaban los detalles, y dos días después se derrumbó ante un psicólogo a quién acabó confesando 53 asesinatos. Posteriormente guió a los investigadores a los distintos lugares con la esperanza de que el número de muertes lo convirtiera en un "espécimen de estudio científico".
Escribió una declaración firmada para el Fiscal General, que decía: "Me detuvieron el 20 de noviembre de 1990 y ha permanecido bajo custodia desde entonces. Quiero exponer mis sentimientos con sinceridad. Me hallo en un estado de profunda depresión, y reconozco que tengo impulsos sexuales perturbados, por eso he cometido ciertos actos. Anteriormente busqué ayuda psiquiátrica por mis dolores de cabeza, por la pérdida de memoria, el insomnio y los trastornos sexuales. Pero los tratamientos que me aplicaron o que yo puse en práctica no dieron resultados. Tengo esposa y dos hijos y sufro una debilidad sexual, impotencia. La gente se reía de mí porque no podía recordar nada. No me daba cuenta que me tocaba los genitales a menudo, y sólo me lo dijeron más tarde. Me siento humillado. La gente se burla de mí en el trabajo y en otras situaciones. Me he sentido degradado desde la infancia, y siempre he sufrido. En mi época escolar estaba hinchado a causa del hambre e iba vestido con harapos. Todo el mundo se metía conmigo. En la escuela estudiaba con tanta intensidad que a veces perdía la consciencia y me desmayaba. Soy un graduado universitario. Quería demostrar mi valía en el trabajo y me entregué a él por completo. La gente me valoraba pero se aprovechaba de mi carácter débil. Ahora que soy mayor, el aspecto sexual no tiene tanta importancia para mí, mis problemas son todos mentales (...) En los actos sexuales perversos experimentaba una especie de furor, una sensación de no tener freno. No podía controlar mis actos. Desde la niñez me he sentido insuficiente como hombre y como persona. Lo que hice no fue por el placer sexual, sino porque me proporcionaba cierta paz de mente y de alma durante largos periodos. Sobre todo después de contemplar todo tipo de películas sexuales. Lo que hice, lo hice después de mirar los vídeos de actos sexuales perversos, crueldades y horrores." Lo que la policía dedujo de esta declaración, es que el asesino trataba de buscarse una posible salida alegando enfermedad mental, una obsesión de tratamiento psiquiátrico.
Los psiquiatras del Instituto Serbsky, no obstante, lo veían como un sádico prudente que no sufría ningún trastorno que pudiera impedirle que sus actos estaban mal, que eran actos premeditados. Por esa razón, en octubre de 1991, dieron a conocer sus conclusiones, diagnosticando que el asesino estaba "legalmente cuerdo". El juicio de Andrei Chikatilo se iniciaba en abril de 1992, y duraría hasta octubre de ese mismo año. Éste, con la cabeza rasurada, presenció su juicio desde un cubículo de metal. El primer día deleitó a los fotógrafos esgrimiendo una revista porno, pero más tarde, abatido, se quitó la ropa y meneó el pene gritando: "Fijaos que inutilidad, ¿Qué os pensáis que iba a hacer con esto?"
Los jueces no dudaron en anunciar el veredicto que habían nominado: el 15 de octubre de 1992 fue sentenciado a la pena capital, y fue ejecutado en la prisión de Moscú el 16 de febrero de 1994.